Qué es y para qué sirve una fosa séptica
Una fosa séptica es una cámara hermética que se usa para el almacenamiento y tratamiento primario de las aguas residuales domésticas. Dentro de ella se produce la separación y transformación de la materia orgánica contenida en esas aguas de una forma muy sencilla y a la vez barata. Las fosas sépticas se suelen usar mucho en zonas rurales o viviendas situadas en zonas aisladas, como chalets de campo.
Las fosas sépticas pueden estar fabricadas de muchos materiales, antiguamente eran simples pozos que habían sido excavados en la tierra lo bastante lejos de la vivienda para así evitar malos olores. Más tarde las fosas sépticas se empezaron a construir de ladrillo enfoscado, y luego de hormigón. Hoy en día este tipo de fosas siguen utilizándose y dan bastantes buenos resultados, pero eso sí, su construcción es más complicada y cara que si instalamos una fosa de fibra de vidrio o PVC.
Este último tipo de fosas sépticas son las que llamamos prefabricadas. Las podemos encontrar en una gran variedad de tipos y tamaños diferentes, adaptándose a las necesidades de cualquier vivienda.
Para qué sirve una fosa séptica
Las fosas sépticas están diseñadas para contener y tratar las aguas residuales que no se mandan al sistema de alcantarillado. Estas aguas son tratadas para que su parte sólida se separe de la parte líquida mediante la descomposición de sus componentes inorgánicos.
El tamaño y diseño de la fosa dependerá del número de personas que habiten en la vivienda, de la cantidad de agua que usen, de la temperatura media de la zona, la frecuencia de bombeo, etc. pero necesites la fosa séptica que necesites la podrás encontrar en el mercado seguro.
Dónde colocar la fosa séptica
Es vital instalar la fosa séptica en un lugar adecuado, su colocación condiciona la salubridad de las viviendas ya que una fuga puede convertirse en un problema molesto y a veces de dificultosa solución.
Se deberá revisar cuidadosamente el terreno sobre el que se va a instalar la fosa séptica, nos fijaremos especialmente en su resistencia y en que no presente defectos que puedan llegar a ocasionar hundimientos.
No se debe situar la fosa séptica cerca de ríos o arroyos, y se debe colocar a una distancia superior a los 3 metros de caminos frecuentados por vehículos.
